Español · 12 horas
En este tour conoceremos Luxemburgo, capital del ducado con su mismo nombre y una de las ciudades más desconocidas de Europa. Al salir de la ciudad y regresar a Bruselas pasaremos por Las Ardenas y Dinant.
Luxemburgo es un ducado pequeño situado entre Francia, Bélgica y Alemania. Es una ciudad financiera por excelencia y su casco histórico fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1994.
Su pequeño tamaño la hace ideal para pasear y callejear, eso sí, debes prepararte para subir y bajar rampas y escaleras, ya que la vieja ciudad se divide en dos: la ville Haute (la ciudad alta) y La ville Basse (la ciudad baja).
En la zona alta recorreremos el centro histórico de Luxemburgo, pasando por lugares como la Catedral de Santa María que data de 1613 y es un claro ejemplo de una pura arquitectura gótica, dejando solo unos pocos elementos renacentistas. A su vez, es la sede del arquidiócesis de Luxemburgo, lo que la constituye religiosamente como la iglesia más importante de este país.
Continuando en la zona alta pasaremos por el Palacio del Gran Duque. Esta es la residencia de los actuales duques. En él no solo es posible admirar un diseño arquitectónico de gran belleza, sino que también se puede conocer el interior donde se encuentra el gran salón amarillo, entre otros atractivos.
Pasando ya a la parte baja de la ciudad veremos el Muro de Wenceslao, la Abadía de Neumunster y las principales fortificaciones construidas junto al Río Alzette. Antes de abandonar la capital tendrás tiempo libre para comer, pasear o tomar un café
Dejando atrás Luxemburgo, nos adentraremos en los verdes campos de las Ardenas, una de las zonas más bonitas de Bélgica y de toda Europa. Aquí entre sus macizos rocosos se encuentra enclavada Dinant, una pintoresca ciudad construida a los pies del río Mossa y mundialmente famosa por ser la cuna del saxofón.
En primer lugar, visitaremos la Colegiata de Notre Dame. Esta iglesia domina el conjunto urbano y lo hace desde hace siglos, concretamente desde que se construyó en la edad media. Lo más llamativo de su estampa es comprobar que sus dos torreones de la fachada están inacabados, algo que proporciona un protagonismo aún mayor a la cúpula bulbosa central que se construyó en el siglo XVI y que hoy es patrimonio de la humanidad.
Pasaremos por la Mansion Sax, una verdadera atracción para los amantes de la música, allí hay un museo dedicado al inventor del Saxofón. Luego veremos el Peñon Bayarty que se alza sobre la Ciudadela, se puede llegar a su cumbre por escaleras o más cómodamente en teleférico.
De una u otra forma, la subida no defrauda, empezando por las bonitas vistas que ofrece, y terminando por el recorrido histórico que se puede llevar a cabo por sus estancias interiores, desde el patio de armas hasta los calabozos, las viejas cocinas o los búnkeres.