Si te vas a marchar de viaje con la familia pero todavía no sabes dónde, la provincia de Barcelona pone a tu entera disposición varios destinos que son altamente recomendables. Uno de ellos es conocido a nivel mundial por organizar un festival de cine de gran relevancia. Efectivamente, nos referimos a Sitges.
Año tras año son numerosas las familias que deciden acudir a este municipio de treinta mil habitantes ubicado en el Garraf, una comarca con mucho encanto. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta los aspectos tan positivos que iremos desgranando en próximos párrafos.
Dónde alojarse
El alojamiento es muy importante cuando se viaja en familia. Afortunadamente en Sitges hay una amplia lista de posibilidades entre las que puedes elegir. Un claro ejemplo es el de las Villas Familiares. En ellas todos estaréis a gusto, tanto el padre como la madre y, por supuesto, los más pequeños de la casa.
Aunque muchas familias suelen valorar la alternativa de hospedarse en un hotel, son numerosas las que acaban optando por las villas, lo cual supone todo un acierto en primer lugar por la estética de la que hacen gala estas viviendas. Por otra parte, es de agradecer el ahorro que se produce en caso de viajar con bastantes miembros que conforman una misma familia.
El precio a abonar por una villa es considerablemente inferior en comparación con alquilar varias habitaciones de un hotel, factor que es tenido muy en cuenta en los tiempos actuales en los que la situación sanitaria ha pasado una grave factura a nivel económico.
Precisamente en este sentido las familias agradecen enormemente el hecho de que los espacios sean completamente privados, sin compartirlos con otros huéspedes. En lo referente a las familias en sí, algunas villas disponen de servicios exclusivos e instalaciones extra que gustan muchísimo a todos, desde una mesa de ping pong que permite disputar partidos que estrechan los lazos familiares hasta una piscina con trampolín.
Los niños están siempre muy a gusto en Sitges
Es innegable que cuando se viaja en familia sobre todo tiende a pensarse en el bienestar y la diversión de los peques. Por suerte, la gran mayoría de ellos quedan encantados con su viaje a Sitges.
Exactamente lo mismo sucede con los padres, para quienes no es plato de buen gusto estar en una zona repleta de turistas o de lugareños junto a sus propios hijos. Ello no sucede en esta localidad del Garraf, puesto que a pesar de ser tan conocida en todo el mundo ha sabido tomar las medidas oportunas para no masificarse ni siquiera en plena estación veraniega.
Pocos municipios costeros pueden decir lo mismo, pero pasear por el centro de Sitges en familia es un auténtico placer sin tener que estar constantemente esquivando transeúntes.
En lo referente a las actividades, las hay para todos los gustos. Es por este motivo que cualquier miembro de la familia se lo pasa en grande, adquiriendo especial trascendencia los peques. A casi todos ellos les encanta la playa, así que Sitges les conquistará desde el minuto uno.
Más allá de la costa en sí, este municipio alberga numerosos restaurantes familiares. En estas instalaciones tan acogedoras siempre hay muy buen ambiente y se ofrece gastronomía local con una excelente relación calidad-precio, pudiendo permitirse una comilona incluso en primera línea de mar para gozar al mismo tiempo de unas vistas espectaculares que nunca se olvidarán.
Tras una exploración de la zona montados en el tren turístico que recorre una gran parte de la ciudad, todos los miembros de la familia coincidiréis en afirmar las ganas que tenéis de volver a Sitges próximamente.
