Nueva York es otro mundo. Quienes han podido disfrutar de este único y bello lugar, anhelan repetir la experiencia. Las grandes ciudades como esta de Estados Unidos, siempre ofrecen una serie de grandes oportunidades, tanto laborales como de ocio. Pasar unos días en este lugar es todo un lujo, no por el gasto que conlleva, sino por el enriquecimiento a título personal de haber visitado una de las ciudades más increíbles del mundo. Debido a que la crisis económica o el hecho de que esté a varias horas de vuelo, imposibilita que se pueda disfrutar de ella un buen número de días, por lo que destacaremos qué hacer en Nueva York durante tres días para que no te pierdas lo más representativo de la ciudad.
¿Cómo distribuirse estos días sin morir en el intento?
Nueva York tiene tanto por descubrir, que puede llegar a abrumar. Por ello, lo más recomendable es administrarse el tiempo y destacar cada uno de esos días qué se quiere visitar. Empezaremos por el día 1 del viaje una vez hayamos aterrizado en Nueva York y hayamos descargado las maleta. Lo más recomendable es acudir a uno de los lugares más impresionantes: el Empire State. Para ahorrar en tiempo y evitar las largas colas de turistas como nosotros, lo mejor es haber reservado con antelación las entradas. Una vez nos hayamos ensimismado con él, es una buena idea pasear por la famosa 5ª avenida para observar hasta qué punto existe el lujo.
En ella, se pueden visitar distintos lugares. Uno de ellos es el Grand Central Terminal, la famosa Catedral de San Patricio o el Rockefeller Center. Es inevitable visitarlos. Por otro lado, un toque de cultura siempre viene muy bien, por lo que acudir al MOMA será la mejor idea. Debido a que su exposición es muy numerosa, es importante planificar la visita y ver lo más interesante y representativo. Una vez hayamos visto todo ello, podemos descansar un rato en el hotel para reponer fuerzas y continuar con la noche en Nueva York, donde reservar un musical de Broadway será mágico.
El segundo día, tras haber descansado, puede dedicarse a visitar los espacios verdes de la ciudad. Se puede empezar con un buen desayuno y acudir a Central Park y su museo MET. Se trata de un parque gigantesco, por lo que no es de extrañar que inviertas toda la mañana de este día en él. Por la tarde se puede acudir a otro importante parque: High Line Park, donde se encuentra el museo Whitney. Más tarde, se puede disfrutar de algún concierto del Lincoln Center, que dejará boquiabierto a quienes acudan.
El tercer día, dediquémoslo a visitar la archiconocida Estatua de la Libertad y la Isla de Ellis. Compra las entradas con antelación y sube hasta la corona para observar unas vistas envidiables. Allí se invertirán un buen número de horas, así que dedícale la mañana entera. Por la tarde, tras haber comido, se puede visitar el World Trade Center y el Memorial del 9/11. Asimismo, se puede subir al One World Trade Center, que se trata del rascacielos más alto de la ciudad. Por último, puedes acudir al Oculus de Calatrava, la estación que conecta Nueva Jersey y Manhattan. Con esta planificación, conseguirás disfrutar de una ciudad abismal en tiempo récord, enamorándote de ella y pensando en la siguiente vez que la visitarás. Eso sí, descubriendo lugares nuevos.
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