Viajar es una de las mejores experiencias que se puedan tener. El hecho de conocer lugares, culturas y gente nueva forma parte de nuestro crecimiento personal y espiritual. Por eso creemos necesario que para tu experiencia no sea simplemente placentera, sino además segura para ti y los tuyos, lo ideal es contratar un autobús antes de usar los servicios de tren o alquiler de coche.
En este artículo expondremos todo lo que debes saber antes de alquilar este medio de transporte, te presentaremos cuáles son sus ventajas y, además, te daremos una serie de consejos a seguir para que tu viaje sea cómodo, práctico y llegues sano y salvo a tu destino.
Antes que nada, te recomendamos averiguar cuál es la compañía de alquiler que mejor se adapta a tus necesidades. Lo mejor sería escoger una compañía que tenga años de experiencia en el área y que sea conocida tanto nacional como internacionalmente. De esta forma, puedes revisar sus páginas de internet y leer los comentarios, experiencias y sugerencias de las personas que hayan contratado anteriormente sus servicios. Así te sientes más tranquilo con respecto a tu decisión y garantizas que tu experiencia sea segura, cómoda y agradable.
Consejos para contratar la mejor compañía
En las compañías serias, las leyes se cumplen. Por lo que las placas de sus vehículos están registradas en los departamentos de transporte de dicho país y se les hace seguimiento, por lo tanto, los vehiculos deben estar en buen estado de funcionamiento, con todos los papeles en regla, con un chofer acreditado para su transporte y muchas veces, incluye un seguro de vida.
En cuanto a la selección de un conductor o chofer seguro, no basta con guiarnos nada más con los comentarios de los clientes anteriores. La experiencia no lo es todo. Debemos asegurarnos que nuestro conductor designado tenga una licencia de conducir de tipo comercial, es decir, que transporte pasajeros; y, no menos importarte, un certificado médico de salud que demuestre que cumple con todos los requisitos y aptitudes físicas para ejercer su profesión.
Si tu recorrido es largo o una duración mayor a 10 horas, es importantísimo que cuentes con un conductor de relevo, o que tu conductor no haya estado de turno en las últimas 24 horas. También es posible alquilar el servicio sin un chofer privado, pero eso significa que debes elegir con sumo cuidado quién de tus amigos o familiares será el encargado de llevarlos y traerlos con bien a su destino.
Este deber requiere una gran responsabilidad, por lo que es recomendable no distraer a la persona que designaste como chofer, ni permitir que beba antes de emprender su rumbo. De todas formas, es muy probable que la compañía exija ver y analizar la licencia, el certificado médico y demás permisos circulatorios de quien vaya a conducir, ya que ellos también necesitan saber que su vehículo queda en buenas manos.
Factores a considerar para escoger el mejor transporte
A la hora de optar por un servicio de alquiler de autobuses, debemos escoger uno que se adapte a nuestras necesidades y peticiones. Dependiendo de la cantidad de personas que viajen contigo, puedes alquilar un autobús, un minibús, una van o una minivan. Los hay de tipo estándar y de lujo.
Se calcula que un autobús tiene un espacio para unas 50 personas, mientras que un microbús entran unas 45 y en una van cabe un grupo de unos 15 pasajeros. En cambio, una minivan tiene capacidad para un núcleo familiar de unos 8 integrantes. Nuestro consejo es que no quedes corto, pero tampoco exageres. Escoge el vehículo que se acople a la cantidad de personas que te acompañan en tu trayecto, de esta forma, no sólo viajarán cómodos, sino que tampoco forzarán el vehículo.
El alquiler de este vehículo no necesariamente debe ser para viajes turísticos internacionales largos o de una ciudad a otra. También pueden contratar un autobús para viaje cuando se trate de realizar excursiones nacionales de medio día o planes vacacionales dentro de tu misma localidad. Sea cual sea el motivo por el que necesites este servicio, te ayudará a llegar más fácil y cómodamente a tu destino, visitando así los monumentos culturales, los eventos deportivos, las bellezas naturales o los sitios recreativos a los que quieras ir.
Lo bueno de tener un transporte a tu disposición, es que puedes diseñar tu propio cronograma en función a tu destino. Puedes adaptar los horarios y trasladarte a tu gusto, incluso desviándote de la ruta para hacer paradas, por ejemplo, en sitios históricos que valgan la pena, mientras llegas a tu destino final. Y también puedes compartir más de cerca con tus familiares y amigos durante tu trayecto.
Por último, te recomendamos contratar un seguro de viaje, ya que este no sólo cubre los gastos médicos, sino que también, dependiendo del seguro que escojas, cubre el robo de algún aparato electrónico y el repentino fallecimiento de cualquiera de tus familiares o amigos que viajen contigo. Son muy económicos y la idea el comprarlos con la mentalidad de no necesitarlos.