Mallorca: lugares imprescindibles en una visita a la isla

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facundowin / Pixabay

Mallorca es uno de los destinos preferidos por españoles y extranjeros para sus vacaciones de verano. La isla más grande del archipiélago balear cuenta con una de las ofertas turísticas más completas a nivel nacional, un lugar paradisiaco con playas de ensueño y rincones paisajísticos incomparables con sierras y valles. Para descubrir los sitios más escondidos y con encantado de la isla es imprescindible proceder al alquiler coche en el aeropuerto de Mallorca, una forma especial de conocer sobre ruedas los mejores paisajes de la zona.

Las playas de arena blanca y aguas cristalinas son uno de los principales atractivos de la isla. Con 555 km de costa y 262 playas, Mallorca es un lugar ideal para disfrutar de unas vacaciones de verano inolvidables. Además, su clima mediterráneo, con temperaturas habituales entre los 16 y 18º, ofrece las condiciones perfectas para olvidarse del tiempo durante los días de descanso. Más allá del mar, la isla también tiene lugares idílicos para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Una combinación entre mar y montaña, que, junto a la gastronomía mallorquina, convierten a Mallorca en un destino ideal para recorrer su geografía en coche.

Playas y calas para los amantes del mar

Mallorca es un lugar famoso en todo el mundo entre otras cosas por sus playas paradisiacas de arena blanca, que junto con sus aguas cristalinas crean una postal de película para todas aquellas personas amantes del mar y las olas. Lo más destacado de la costa mallorquina son las calas, pequeños espacios de agua rodeados por la montaña en las que los turistas pueden disfrutar de reducidas playas de arena blanca y fina que se unen con el mar mediterráneo.

Caló des Moro es considerada como una de las playas y calas más bonitas de la isla. La cala está situada al sureste de Mallorca a tan sólo seis kilómetros de la localidad de Santanyí, lugar donde también podemos hacer una pequeña parada para alquilar un vehículo en la conocida agencia Roig. Un pequeño enclave encantador con aguas turquesas y arena blanca entre dos paredes altas de rocas rodeado por pinos y matas en los acantilados. Una imagen idílica en mente de todos aquellos turistas que quieren visitar la isla más grande del archipiélago balear. Este lugar no solo es perfecto para los amantes del mar, sino que aquellas personas apasionadas por el buceo deberían marcar este sitio en rojo en su lista del viaje a Mallorca.

La playa de Formentor, también conocida como Cala Pi de la Posada, es otra de las más famosas de Mallorca. Ubicada en el cabo norte de la isla, cerca del pueblo de Port de Pollença, esta playa estrecha es una de las más extensas de toda la isla con 1.000 metros de arena blanca y fina. Sus aguas cristalinas de color turquesa, así como el bosque de pinos que rodea esta cala, lo convierten en uno de los lugares más atractivos de la costa mallorquina.

La Sierra de Tramontana y sus pueblos con encanto

Los turistas también pueden encontrar en Mallorca lugares únicos alejados de la arena, el mar y las toallas. La Sierra de Tramontana, ubicada al oeste de la isla, es un conjunto montañoso con unos 80 kilómetros de montaña que recorren la isla de norte a sur. Esta cordillera fue declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en la categoría de paisaje natural en el 2011. Un lugar donde se fusionan el mar y las montañas con un valioso patrimonio histórico y cultural.

En la Sierra de Tramontana los turistas pueden encontrarse con algunos de los pueblos con más encanto de la isla, una ocasión perfecta para realizar una ruta en coche por las distintas localidades disfrutando de un paisaje natural inmejorable. Valldemossa es un pueblo perfecto para iniciar el itinerario por esta cordillera mallorquina, un enclave ubicado en una situación geográfica privilegiada entre montañas. Sus casas antiguas de piedra coloreadas con plantas y macetas en sus fachadas, sus estrechas calles empedradas y su gastronomía, con la coca de patata como postre imprescindible, son algunos de los aspectos que seducen a cualquier viajero que recorre a pie esta localidad.

Al norte de Valldemossa se encuentra la siguiente parada obligatoria, Deià. Este pueblo mezcla el paisaje verde montañoso de la Sierra de Tramontana con el azul del Mar Mediterráneo. Un enclave tranquilo y alejado del bullicio de las grandes zonas turísticas de la isla que ha seducido a grandes nombres como el escritor inglés Robert Graves o el pintor norteamericano William Waldren.  Este lugar pintoresco de la cordillera mallorquina inspirada a los turistas a recorrer sus estrechas calles rodeadas de casas de piedra con vistas al mar y la montaña.

Mallorca es uno de los destinos más completos para las vacaciones de verano. En sus 3640 kilómetros cuadrados, la isla alberga paisajes de mar y montaña para hacer felices a toda clase de turistas. Playas paradisiacas, pueblos con encanto y naturaleza, que, junto con su gastronomía y su gente, convierten a Mallorca en un destino perfecto.

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